HISTORIA DEL CUERPO MILITAR DEL TRABAJO

     El Cuerpo Militar del Trabajo fue creado el 09 de marzo de 1953, mediante DFL- Nº 13, denominándose inicialmente “Servicio Militar del Trabajo”, ese Servicio fue una repartición dependiente del Ministerio de Defensa Nacional – Subsecretaría de Guerra y contaba con contingente de todas las ramas de las Fuerzas Armadas.

 

     Junto con las obras, se vieron los positivos resultados de su organización, demostrando a las autoridades del país la verdadera importancia de su existencia. Con la demanda de nuevos trabajos y un plan de adquisiciones con sus propios recursos –ya que no recibe fondos presupuestarios– se compraron maquinarias y equipos que agilizaron su intervención en obras de mayor envergadura.

 

     El año 1960, realizó importantes trabajos de vialidad en la zona sur del país, a raíz de los daños que ocasionó el sismo ocurrido el 22 de mayo, empleando el nuevo material y equipos de Ingenieros que recibió de parte del Ejército de los EE.UU., a través del denominado Pacto de Ayuda Mutua, concluyendo sus labores en la zona con la construcción del camino Alto Palena - Puerto Ramírez en 1965.

 

     Desde su creación, las numerosas obras viales ejecutadas por el CMT, en la zona norte y sur del país han marcado su presencia, pero sin duda, a partir del año 1976 es donde, comienza una acción decidida hacia la eliminación de nuestras ancestrales “Fronteras Interiores”. Las obras que desarrolla el CMT han obedecido a una detallada planificación en que define el costo y grado de eficiencia en comparación con otras entidades.

 

     Durante 65 años, esta unidad técnica dependiente del Ejército de Chile, ha construido y conservado más de 1.842 km de caminos de penetración, 4.450 metros de pistas de aterrizaje, 883 metros de puentes definitivos, y 800 metros de puentes suspendidos tipo mecano. Además, ha realizado otras obras complementarias (obras de arte, medios de paso, señalética y otros) principalmente sobre la ruta andina, costera norte y sur, camino longitudinal austral (rutas 7 y 9) y los caminos transversales (ramales), beneficiando hasta ahora a nueve regiones del país.

 

     Cabe señalar que gracias a la normativa legal que ampara al CMT, además de los mecanismos descritos para enfrentar obras contratadas por el MOP, variados convenios suscritos con gobernaciones y municipios a lo largo de todo el país, le han permitido construir sendas y caminos, en los lugares más aislados y abruptos de nuestra geografía, permitiendo que muchas localidades hayan salido de su total aislamiento, conectándose con el resto del país. Sin embargo, la labor del CMT, no solo ha estado concentrada en la construcción de obras viales, también ha contribuido en importantes planes de absorción de cesantía en épocas de crisis y, lo más importante, ha integrado a la ciudadanía a las labores productivas del Ejército, posibilitando su instrucción, capacitación y desarrollo.